Place Aïn Sebaâ

Donde el león solía beber

Viniendo de todas las direcciones, los animales descienden a la plaza de Aïn Sebaâ, donde se sumergen en la música palpitante de l'Ahwach.

 

Hombre y bestia. Tambores y pezuñas. El ritmo sube, se acelera y se vuelve hipnótico. Cae un silencio abrupto.